5 razones para visitar Cuenca

Por qué Cuenca es un destino inmejorable tras la pandemia


  Las ganas de viajar aprietan y este año has decidido quedarte en España pero todavía no sabes a dónde ir. Aquí te dejamos algunos motivos por los que deberías venir a Cuenca.

   1) Es un destino cercano.


   Está claro que si eres de Cádiz o El Ferrol esta afirmación te sonará a broma, pero piensa en todas las hora que pensabas pasar entre aeropuertos y aviones este verano. Por su posición en el centro de la Península uno de cada cuatro españoles vive en un radio de 3 horas de distancia por carretera de nuestra capital. Además si no te gusta conducir contamos con comunicación directa vía AVE-ALVIA con Gijón, Oviedo, León, Palencia, Valladolid, Segovia, Madrid, Valencia, Castellón, Alicante, Ciudad Real, Albacete, Córdoba, Sevilla, etc.

 
   2) Tenemos de todo

    El icono por excelencia de la provincia son las famosas Casas Colgadas, pero mucha gente desconoce que se encuentran insertas en un casco histórico medieval declarado Patrimonio de la Humanidad hace 24 años. Junto a ellas la primera Catedral gótica de España y los primeros rascacielos de Europa, edificios de 12 plantas levantados hace más de 400 años.

En la provincia el contraste de paisajes es abrumador. Al norte los densos bosques de la Serranía, cortados por barrancos, caprichosas formaciones de piedra caliza y regados por arroyos y cascadas como la del Río Cuervo y otras mucho menos conocidas. Al Sur La Mancha, con sus molinos de viento y sus castillos como el de Belmonte, uno de los mejor conservados en la Península. Al Oeste la Alcarría, de suaves paisajes ondulados con Conjuntos Históricos como el de Priego o el de Huete.

En definitiva, variedad para todos los gustos.

         

 
   3) No está masificado.

    La provincia de Cuenca es enorme, dentro de ella cabrían las regiones de Madrid y País Vasco juntas y aún sobraría espacio. Sin embargo la habitamos menos de 200.000 conquenses y el 28 % se concentran en la capital.

En términos de  visitantes es un destino por descubrir. La capital, por ejemplo, es la 2ª menos visitada de las 15 ciudades Patrimonio de la Humanidad de España. Ciertos años el nº de visitantes no ha llegado a los 200.000, los mismos que visitan Barcelona cada 5 días.

Parajes impresionantes del Parque Natural como las Torcas de los Palancares, las Lagunas de Cañada del Hoyo, la Cascada del Molino de las Chorreras, Los Callejones de Las Majadas y un largo etc, suelen estar desiertos la mayor parte del año.

        

 

   4) Es muy barato.

   Nos lo dicen nuestros clientes y lo hemos comprobado viajando por todo el país como turistas. Nuestras visitas guiadas cuestan sólo 6 € cuando en la inmensa mayoría de las ciudades Patrimonio de la Humanidad no has hay por menos de 10 € y una ruta de 3 h. con guía-conductor en un vehículo Mercedes por la Serranía cuesta sólo 30 €.

Todavía te puedes tomar un quinto o como aquí lo llamamos “botellín” por 1 € en muchos bares y las raciones y menús no sólo son económicas sino muy generosas.

Alojarse llega a tener precios ridículos entre semana y las entradas a los museos te dejarán sin excusa para entrar: 2 € en la Fundación Antonio Pérez, 3 € en el Arqueológico y el de Ciencias e incluso gratis para ver el de Arte Abstracto-Casas Colgadas. Las grandes atracciones: Catedral y MUPA no pasan de los 5 €.

 
 5) La gastronomía y que las tapas sean gratis.

   No es un secreto que la gastronomía española es una de las más variadas y mejor consideradas del Mundo por lo que no trataré de convencerte que la conquense es la mejor de todas, pertenece y complementa a la mejor que es la mediterránea.

Platos como el morteruelo, un paté caliente hecho con carne de caza desmenuzada a la que se añaden especies y se liga con pan rallado o el ajo arriero, conocido como “atascaburras” en la parte sur de la provincia, paté frío de huevo, patata, bacalao y ajo suelen deleitar a la inmensa mayoría de quienes los prueban. Para los más atrevidos están los zarajos, por encargo podrás comer gazpacho pastor, con ingredientes sólidos y sobre una torta y en invierno gachas. El licor típico es el resoli, que se fabrica con aguardiente, anís, café, azúcar, canela y clavo y el dulce por excelencia el alajú, de origen árabe, con miel, almendras, pan rallado y raspadura de naranja. Entre todos conseguirán hacer tus comidas variadas durante tu estancia.

Lo mejor de todo es que las tapas son gratis y la mayoría de bares compiten en cantidad para atraer más clientes. Zonas como la del Castillo o Diputación agrupan al atardecer a gente de todas las edades para dar buena cuenta de ellas.


No te lo pienses y reserva AQUÍ tu alojamiento. 
Recuerda que nuestras VISITAS GUIADAS salen todos los días a las 11:30 y a las 20:30 h desde el Ayuntamiento (Plaza Mayor)
Disfruta de una provincia desconocida pero espectacular. 
 




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